10 de julio de 2012

El Vuelo de los Gansos: una lección de vida.


¿Cómo nos hemos dejado engañar durante miles de años de que la ley del más fuerte, la competitividad, el egoísmo y el individualismo es lo mejor para la sociedad? ¿A dónde nos han llevado estos valores? ¿Vivimos en el mejor de los paradigmas posibles? ¿Quién nos puede enseñar a tomar otro rumbo?

Pues en este caso se trata de mirar al Cielo, pero no para inspirarnos en los grandes Maestros Espirituales, sino en los humildes gansos cuya estructura social es digna de admiración e intento de imitación por nuestra parte.
El vuelo de los gansos y su estructura en “V” no sólo es solidaria e integradora de todos los individuos, sino que además es mucho más eficaz porque la unión hace la fuerza en todos los reinos de la Naturaleza, y nosotros somos uno más.

Merece la pena reflexionar sobre las lecciones del vuelo de los gansos y sobre las perspectivas que nos abren si aplicásemos el sentido de la cooperación en vez de la competencia en nuestras vidas:

Lección 1: Los gansos con el movimiento de sus alas van creando cada uno “una fuerza de sustención” que ayuda al ganso que viene detrás de él, volando en una formación en “V”. Deducción: Cuando compartimos un mismo objetivo y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos, más lejos, más fácil y más rápido, ya que al viajar juntos (estar juntos) nos vamos ayudando mutuamente. Este es el beneficio de apoyo mutuo.

Lección 2: Cuando un ganso se sale de la formación este siente la resistencia y el esfuerzo de lo que significa volar solo, por lo que el ganso vuelve a la formación para aprovechar “la fuerza del levante” del ganso que va hacia adelante. Deducción: Si nosotros tenemos la misma sabiduría que el ganso nos mantendremos en formación con aquellos que van en la misma dirección y estaremos dispuestos a aceptar su ayuda como también a darle la nuestra a los demás.

Lección 3: Cuando el ganso que lidera la formación se cansa, cambia su posición pasando a la formación para que otro ganso lidere la bandada. Deducción: Obtenemos resultados óptimos cuando hacemos turnos para realizar los trabajos difíciles. Es conveniente alternarse para realizar las labores más desgastadoras y compartir el liderazgo, al igual que los gansos nosotros dependemos unos de otros.

Lección 4: Los gansos que vuelan en la parte posterior de la formación, graznan por alentar a los que van en la punta con el propósito de mantener la velocidad. Deducción: Una palabra de aliento produce grandes resultados. Debemos de asegurarnos que nuestros “graznidos” sean para alentar y no para otra cosa.
Lección 5: Cuando un ganso se enferma, es herido o derribado por un disparo, por lo menos dos otros gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan con él en tierra hasta que es capaz de volar o muere, luego ellos con su propia formación, se unen a otros hasta alcanzar la bandada de donde provienen. Deducción: Si tenemos tanto sentido como los gansos, nos mantendríamos siempre uno al lado del otro y nos ayudaremos mutuamente en tiempos difíciles. Esto se llama: TRABAJO EN EQUIPO.